Para esta entrada analizaré un artículo que habla del arte en México antes y después de la independencia conmemorando este mes patrio. En primera instancia, el autor de este artículo hace mención al arte que predominó en los siglos XVII y parte del XVIII (1600 a 1750), que se caracterizó mucho por ser un arte colonial. Sin embargo, se habla poco del arte que surgió después; se menciona más el arte durante el Porfiriato que es inspirado por la influencia francesa y el Art Nouveau.
La mayoría de los artistas en la Nueva España eran extranjeros, muchos de ellos españoles.

Es por esto que hablaremos del arte que abarca a finales del siglo XVIII; la etapa del Neoclásico y el segundo, que se produce después de la Reforma en 1867, con el Romanticismo. Como es sabido, las tendencias artísticas tardaban en llegar a la Nueva España debido a su lejanía. La mayoría de los artistas en la Nueva España eran extranjeros, muchos de ellos españoles. Durante la época colonial la formación de los artistas se daba en talleres. Esto hasta que en 1781 se fundó la Real Academia de Nobles Artes de San Carlos, que sigue operando hoy en día. Esta academia estaba dirigida por artistas europeos y mucha gente de toda Latinoamérica venía a la Ciudad de México para educarse ahí.
México ha pasado por una transición artística muy compleja desde la conquista hasta la independencia.
La institución controlaba mucho las tendencias artísticas y optaba por el estilo Neoclásico, que era un estilo más libre que el barroco. Este estilo fue adoptado en el ámbito arquitectónico por muchos gobiernos posteriores a la independencia considerándose así un estilo nacional. Sin embargo, este estilo no era muy querido por la sociedad mexicana porque les recordaba la época colonial y el dominio español. Los géneros más predominantes que se plasmaron en la pintura de este periodo eran los temas costumbristas, retratos, grabados, religiosos y perspectivas urbanas.
A finales del siglo XVIII la influencia de la sociedad europea, la ilustración y el nacionalismo de países como Francia, comenzaron a reflejarse en el arte mexicano. Esto influyó en la manera de pensar de la sociedad mexicana a partir de distintas manifestaciones artísticas como el Neoclásico. Este intentaba modificar los valores estéticos en la arquitectura, pintura, literatura y escultura principalmente. La pintura Neoclásica junta características nacionalistas y se centraba en la arquitectura, que buscaba reafirmar el poderío imperial, racional y ordenado sobre la Nueva España.

El segundo período se identifica a partir de la Reforma.
Este se caracterizó por la influencia del Romanticismo europeo, que buscaba retratar la realidad temporal del país. A principios y mediados del siglo XIX, la producción artística en México era poco activa o de baja calidad. Esto debido a la independencia, por conflictos internos y la mala economía que atravesaba nuestro país. La construcción neoclásica significaba construir edificios más económicos, prácticos y modernos que el estilo barroco, que ha sido catalogado como un símbolo del colonialismo.
En la época de Santa Anna se hizo un esfuerzo por darle un estilo diferente a la arquitectura y la pintura mexicana, acabando con el arte académico, dando paso a una mayor libertad creativa. Asimismo, durante la administración de Benito Juárez, gracias a las leyes de reforma y la nacionalización de la propiedad eclesiástica, el urbanismo cambió radicalmente. Pero la influencia neoclásica continuó, Juárez no era fan de esta corriente porque era como invocar al colonialismo.
Los movimientos literarios predominantes en esta época, además del Romanticismo, fueron el Realismo-Naturalismo y el Modernismo. Cobrando impulso otras manifestaciones de difusión literaria nacionalista, como los periódicos, las enciclopedias y las revistas (algunas de las cuales son producidas y dirigidas por mujeres como Las Hijas de Anáhuac o El album de la mujer).
México ha pasado por una transición artística muy compleja desde la conquista hasta la independencia. A pesar de tantas influencias externas, México ha tenido varias transformaciones que lo han llevado a encontrar su propia voz y su estilo original artístico que vendría siendo años más tarde el nacimiento del realismo, surrealismo y muralismo mexicano.