Apostar por el afecto

March 13, 2023
#Artes

Han pasado varias semanas cargadas de frustraciones, problemas y conflictos en algunos espacios donde trabajo, donde las dinámicas se entintaron de violencias y malos tratos. Y a pesar de que me gusta mucho lo que hago, fueron días donde solo podía pensar en rendirme, dejarles el mugrero y dejarlo por la paz.

Pero recientemente, en una llamada con uno de mis compañeros de trabajo escuché “estoy seguro que con cariño lo podemos arreglar”. Entonces, resonó un eco en mi cabeza que susurraba “Ternura radical”.

Era 2018 cuando escuché ese concepto, en un performance de @saramxdina. Era de noche, nos rodeaba una luz cálida, y esta desconocida preparaba calabacitas que había sembrado, cosechado y cocinado para compartir con nosotros, un puñado de extraños. Mientras cocinaba describía la “Ternura radical” a través de un vaivén de contrastes, un ir y venir de palabras duras y suaves.

Al volver a casa, investigando, encontré que era un concepto acuñado en la práctica del colectivo La Pocha Nostra en los 90’s, cuyo nombre podría traducirse (según sus palabras) como “el cartel de los bastardos culturales”. Que termina por representar, elocuentemente, al grupo de artistas de distintos contextos, intereses y culturas que le conforman, “Crossracial, poly-gendered, experi-mental… ¿ y qué?” (Gómez, 2007).

Fueron Dani y Daniel quienes verbalizan por primera vez el concepto en “Manifesto Vivo” (2015).

ternura radical es ser crítico y amoroso, al mismo tiempo, ternura radical es entender cómo utilizar la fuerza como una caricia, ternura radical es saber acompañarnos entre amigos y amantes, a distintas distancias y velocidades (…) ternura radical es saber decir que no, es cargar el peso de otro cuerpo como si fuera tuyo…es compartir el sudor con un extraño (…) es creer en el efecto político de los movimientos internos, ternura radical es no insistir en ser el centro de atención, es tener visión periférica; creer en lo que no es visible, ternura radical es hacer del temblor un baile y del suspiro un mantra, es disentir con el máximo respeto… transitar en espacios que no entiendes (2015, Dani y Daniel)

Si bien, desconozco las diversas manifestaciones que el colectivo le ha dado a la “Ternura radical”, me he encontrado con algunos registros por internet que la presentan como un ejercicio político, revolucionario.

Trabajos como el de Lía García, Dani D’Emilia y Vanessa Andreotti, adoptan este concepto como un superpoder para enfrentar las violencias y la normatividad, y crear espacios de reflexión y resistencia para replantear disidencias.

Y estas pistas me llevan a leer la “Ternura radical” como un frente de activismo social. Una posición desde donde estar con el otro, ser el otro y abrazar los retos que lo diverso nos presenta, afrontándolos con afecto. De ser empáticos, críticos y asertivos; de liberarnos de las ideas preconcebidas que nos infunden miedos y nos aíslan, de acompañarnos y de exigir un trato digno.

Si bien, no es el gran descubrimiento del siglo, nos ofrece un refresh para no perder de vista que el ser humano tiene una inclinación hacia el bien.

Que cuidar al otro es cuidarnos a nosotros mismos, y no dejar que estas creencias sean silenciadas por el frenesí de la búsqueda de poder y el éxito (capitalista) al que nos empuja el día a día.

Una reconceptualización para no olvidar que hay formas positivas de ejercer nuestro poder. Que podemos ser críticos y amorosos, que merecemos y podemos plantear límites. Y que, más allá del horizonte que nos impone la sociedad, existen nuevas posibilidades que debemos construir juntos.

Pd. Hay un mundillo de muchos ejemplos y trabajos en torno a la Ternura Radical, dense una vuelta por el proyecto de Dani d'Emilia y Vanessa Andreotti aquí.

Y prueben el libro de Rutger Bergman “Dignos de ser humanos” para reanudar la fé en la humanidad (jajaja).

(Regresando al chismesito laboral, recuperé la esperanza, exigimos respeto, y ahora trabajamos en identificar alternativas asertivas para establecer límites y expectativas claras. Nos planteamos objetivos y definimos prioridades para no perder de vista aquello que nos importa y encontrar cómo sí alcanzarlo. Ahí vamos.)