De la pantalla a la realidad, armas de destrucción masiva

May 23, 2023
#Internacional

Estimadas y estimados lectores, les saludo de nuevo después de un largo hiato desde mi última columna. Acercándonos a la mitad del año me permito compartirles mi perspectiva sobre uno de los temas internacionales que ha hecho eco desde febrero de 2022.

El conflicto entre Rusia y Ucrania ha descongelado un prospecto que creíamos había terminado con el fin de la Guerra Fría: el uso de armas nucleares. Durante la Cumbre del G7 en Japón, las y los líderes rindieron homenaje a las víctimas de la destrucción provocada por la bomba atómica en la ciudad de Hiroshima en 1945. El mensaje de Japón, que es anfitrión de esta cumbre, es muy claro: nunca más utilizar armas nucleares.

Y es que desde la cultura popular occidental también hemos tenido advertencias, de manera sutil pero poderosa, sobre el uso de armas de destrucción masiva. Las más interesantes y fáciles de comprender en mi opinión, han venido de las caricaturas (spoiler alert).

Por mencionar algunos ejemplos, me gustaría compartirles mis favoritos: Atlantis: El imperio perdido; Avatar: La Leyenda de Aang; y su secuela Avatar: La leyenda de Korra. Es muy interesante ver como tu perspectiva de estas películas cambia cuando las ves como adulto. Atlantis nos recibe con una escena muy fuerte, una explosión que provoca la ruina de la ciudad y de una avanzada civilización.

En el nudo de la historia, el rey explica el contexto de este evento. Si bien el cristal era una fuente de vida y energía “en su arrogancia” decidió usarla como un arma para la guerra. Y los mercenarios, sin mucho conocimiento de su uso, pero sí de su valor, plantean incluso venderla a “más de un país interesado”. La historia se desarrolla en 1914, los inicios de la Primera Guerra Mundial, por lo que hace mucho sentido que Milo en uno de sus momentos de enojo exclame que un lunático mercenario pueda venderle el cristal al Kaiser1.

En Avatar: La leyenda de Aang, nos presentan un escenario aún más crudo. Los nómadas del aire, el pueblo de Aang, el personaje principal, es brutalmente exterminado por la nación del fuego. El señor de fuego Sozin utilizó el poder de un cometa para evitar la reencarnación del Avatar, la única persona que podía impedir la perpetuación de su plan de dominación mundial y que debía de nacer entre los nómadas del aire.

Y cien años después, su nieto el señor del fuego Ozai, se plantea utilizar el poder del mismo cometa para destruir el reino tierra, la nación más grande del mundo, para poder consagrarse como el supremo gobernante del mundo. Incinerar todo un continente le parecía la mejor manera de lograrlo, afortunadamente Aang interviene para detenerlo.

Por otro lado, La Leyenda de Korra, en su última temporada, aborda cómo una nueva villana, Kuvira, utiliza la energía oscura de plantas provenientes del mundo espiritual para construir el arma más poderosa e implacable que le permita imponer su voluntad. El arma demuestra tener una capacidad destructiva devastadora, y en última instancia incontrolable, que solo Korra la nueva Avatar puede detener.

¿Qué podemos concluir de estas tres historias? Es impresionante como estas caricaturas dirigidas a un público infantil o juvenil logran abordar un tema tan complejo. Advierten que una fuerza benévola puede corromperse en manos equivocadas, y tener devastadoras consecuencias, puede provocar un genocidio, desaparecer civilizaciones. La fuente de estas armas también puede volverse incontrolable, y a veces es demasiado tarde para detenerlas.

Pero también dan un mensaje esperanzador, está en nuestras manos detener dicha destrucción. Sobre todo el ejemplo de Aang, y en cierta medida el de Korra, nos presentan un contundente ejemplo sobre justicia intergeneracional. Es la nueva generación la que asume la responsabilidad de romper con el ciclo de violencia heredado. ¿Qué otros ejemplos de series o caricaturas se les ocurren?¿Qué nos corresponde hacer en nuestra realidad? ¿Seremos la generación que le ponga fin al uso de armas de destrucción masiva?