Repensando masculinidades

March 8, 2024
#Sociedad

Repensando me

Diego Sánchez, docente, 31 años, San Juan del Río, Qto, México

Qué significa ser hombre? ¿Es esto sinónimo de masculinidad? De forma estereotípica se liga el ser hombre con ser fuerte (físicamente), rudo, violento. Ciertos sistemas y mecanismos se han servido de esto para construir paradigmas. La hetero normatividad patriarcal es uno de estos mecanismo, el cual ha influenciado de formas desequilibradas y tóxicas nuestras dinámicas sociales. Deformándonos, construyendo mitotes de cómo se debe ser y vivir. El diccionario define lo masculino como lo propio o perteneciente al varón. Varón es el hombre que ha alcanzado la edad viril. La virilidad se suele utilizar como sinónimo de lo masculino y se asoció con valentía, fortaleza, valor, energía, entereza (y sexualidad). No corresponder con estos términos y condiciones ¿me hace más o menos masculino? Te cuento esto porque parte del repensar mi “hombre-itud” necesite de tiempo y estudio (sentir y pensar (es decir co-razón). Así, mi masculinidad podía liberarse de esas definiciones, y ser hombre se volvió un campo de juego donde mi humanidad florece. Abandone el deber ser, por el soy. Soy un hombre que ejerce su masculinidad para ser en el mundo. Uso mi fuerza para cuidar de mi y de otros. La pacha mama sustenta mi energía, y en mi hacer la ofrendo de vuelta. Mis sentires me conectan (conmigo y con otros). En mi caminar, construyó y re construyó lo que mi vida significa para mí, es un constante devenir. Hoy asumo mi masculinidad (energía creadora) que todos tenemos, con amor y respeto.

¿De qué tienes el corazón? - De piedra, tenía que reponder.

Osvaldo García, diseñador gráfico, 28 años, Aguascalientes, México

Haber crecido en un lugar donde no se permitía sentir (en su mayoría por mujeres), donde la fortaleza de la masculinidad viene desde la invulnerabilidad, ayuda a repensar muchas cosas. Replantenado un mejor nivel de vida de forma intrapersonal y revalorando lo aprendido, nos da otra perspectiva de nuestra relación con la sociedad y con nosotros mismos, siendo necesario revalorizar aquellos valores que parecen a ojos de muchos, como un error en el rol de hombre. Partiendo de la aceptación de la sensibilidad a uno mismo, valorando cada sentimiento respaldado por una red de apoyo, donde la vulnerabilidad por sentir se concibe más como una virtud que como una debilidad. Ceder ante un poder heredado, sin justificar la necesidad de ser superior, además de permitir una relación más intima y sana con nuestras emociones, nos permite empatizar mejor con nuestro entorno; permité una conexión basada en intentar entender al otro, en preguntarnos constantemente porque sentimos y desde donde viene cada emoción. Tratando de entender de donde vienen el enojo, frustración, euforia, celos y demás emociones, nos permite construir un puente entre nuestras reacciones y actitudes ante nosotros mismos y los demás, permitiendo así, generar vinculos seguros con una bandera blanca como estandarte. Construir un sentido crítico, nos permite humanizarnos y humanizar nuestros contextos, permitiendo construir un “yo” más conciente y sano, que a su vez, pone uno de los tantos bloques para contruir la base de contextos más sanos.

Renacer

Rexton Ruíz, estudiante, 19 años, Monterrey, NL, México.

Durante toda mi infancia y adolescencia viví una relación tóxica con mi masculinidad, y ni siquiera estaba consciente de ello. Realmente pensaba que los micromachismos no eran algo posible en mi vida solo porque había crecido rodeado de casi puras mujeres, pero estaba equivocado.Cuando me mudé para entrar a la universidad me di cuenta de que tenía pensamientos bastante perjudiciales sobre lo que yo consideraba correcto. De hecho, convivir con personas muy diferentes a las que acostumbraba me hizo consciente de lo insensible que era en ciertos temas sociales bastante importantes. Creo que lo más impactante fue darme cuenta de que nunca me tomé el tiempo de descubrir qué eran esas cosas que en realidad me gustaban. Gran parte de mi vida traté de cumplir con expectativas misóginas sobre lo que un “hombre” debía de ser, y eso solo hizo que me reprimiera durante años sin darme cuenta. Este descubrimiento me llevó a buscar formas de sanar y reconocer a ese niño que solo quería hacer cosas fuera de lo que se considera “normal”, pero que por miedo al rechazo y el acoso no pudo florecer ni darse el tiempo de ser auténtico.En la actualidad puedo decir que he sanado poco a poco, y me gusta describirlo como “renacer”. Creo que vivirlo ha sido lo mejor que le ha pasado tanto a mi persona como a mi masculinidad.

Una masculinidad positiva

Javier, mecánico, 28 años, Texas.

Mi masculinidad ha mejorado al informarme sobre los aspectos negativos que existen en las masculinidades.  Me ha ayudado en no caer en los mitos como por ejemplo, que los hombres no podemos expresar nuestras emociones porque nos hará más vulnerables. En realidad, creo que debemos sentir nuestras emociones en una manera sana, no evitándolas, creyendo que nos hará más débiles. He aprendido a cómo poder usar el privilegio que tengo como hombre para poder ayudar. Por ejemplo, en la carrera que estudié, los hombres éramos la mayoría, y siempre sucedía situaciones en donde las opiniones de mis compañeras eran ignoradas. Yo siempre traté de ayudarlas a que su contribución fuera oída por todos. Saber que la definición de masculinidad varía con culturas y sociedades, en la masculinidad nosotros individualmente ponemos nuestra propia definición. Cada uno tiene su propia opinión en como un hombre de ser, y tenemos que respetar las diferencias que todos tenemos sobre nuestras definiciones de masculinidad. Creo que lo que más me ha hecho mejorar mi masculinidad es mis amistades feministas. Gracias a la información que me han compartido he podido aprender sobre como la masculinidad negativa ha afectado a la sociedad. Al educarme, más mejoro mi masculinidad para evitar caer en lo negativo y ayudar mejorar la sociedad patriarcal en la que vivimos.