“Buscando el bien de nuestros semejantes encontramos el nuestro.” - Platón
Adam Grant, egresado de Harvard y con un doctorado en psicología organizacional, introduce en su libro “Dar y Recibir” una cuestión que apela contra el paradigma de que el éxito le pertenece a los que piensan en sí mismos y toman más de lo que dan. Desde su experiencia en el campo y su investigación postula la posibilidad de que el éxito se puede compartir y que la vida profesional no tiene que ser un campo de batalla.
Para empezar este resumen, revisaremos los estilos de reciprocidad, es decir, los estilos de dar y tomar. Esta relación es el principal concepto a entender en este libro, porque nos menciona que la diferencia entre dar y tomar puede ser clave para el éxito en la vida personal y profesional.
De acuerdo con el autor, el clasifica los estilos de la siguiente manera:
Una misma persona puede tener varios estilos y suele depender del contexto social en el que se encuentre. Por ejemplo, es probable que seas más generoso con tu familia que con desconocidos o tus compañeros del trabajo.
De acuerdo con sus investigaciones resulta ser que las personas generosas son quienes suelen terminar más bajo en la escala del éxito. Curiosamente son ellos mismos quienes terminan en lo más alto. Usualmente, uno pensaría que quien más toma o es más interesado, debería ser más exitoso. Sin embargo, Adam Grant descubre que ser generoso es mejor recompensado socialmente cuando se sabe poner límites. El éxito es un subproducto de ayudar a los demás.
Básicamente el resto del libro se dedica a explicar por qué las personas generosas pueden llegar a la cima del éxito o no llegar a ella. Quisiera aclarar que el “éxito” es un término bastante subjetivo, pero para fines prácticos nos referimos a aquella persona que logra alcanzar sus objetivos personales y profesionales. La clave del éxito viene de la capacidad de darle al entorno que nos rodea, más de la que este nos da. A continuación, te resumo los aspectos claves que puedes considerar.
La lección se resume en que todos tenemos tiempo, acciones, dinero o esfuerzo que aportar o tomar de otros. La clave, según Adam Grant, es que el éxito no se trata de tomar, sino de dar. Es curioso, que mientras más das más puedes ganar. Irónicamente, el objetivo de una persona generosa no es pretender “ser generosa” para ganar más. Tal y como Grant lo menciona, la generosidad debe nacer de actos genuinos, porque esa intención marcará la diferencia. ¿Que diferencia hay cuando una persona te hace un favor por ayudarte y cuando una lo hace para que luego le debas otro favor?
“Marca una diferencia en la vida de los demás y el éxito se presentará como un subproducto de ello.” -Adam Grant
La generosidad se basa en darle a los demás tu tiempo, dinero o esfuerzo. Estos valiosos recursos son lo que hacen la diferencia. Grant nos pone ejemplos de personas como Adam Rifkin, George Meyer hasta Abraham Lincoln y C.J. Skender demostrando como los generosos han triunfado, siendo personas que buscan el bien de los demás y sin descuidar el suyo propio.